Relaciones tóxicas de pareja, como prevenir, identificar y sanar relaciones dañinas o destructivas.
Todos entramos en una relación interpersonal esperanzados en mantener la confianza, la amabilidad y el respeto, ya sea una amistad, una relación de pareja o una relación saludable familiar. Pero a pesar de nuestros mejores esfuerzos, en algún momento de nuestras vidas podemos descubrir que estamos siendo maltratados o que no estamos siendo valorados como merecemos por las personas a quienes hemos brindado nuestro afecto y confianza. No siempre podemos evitar que se produzcan relaciones tóxicas o incluso destructivas. Sin embargo, lo que sí podemos hacer es buscar apoyo, intentar mejorar nuestras relaciones y dejar atrás las relaciones que no nos permitan vivir la vida plena que merecemos junto a quienes si nos aprecian y valoran tal como somos. Las relaciones tóxicas no son solo son perjudiciales, sino que nos restan energía, nos dejan agotados y nos hacen perder de vista nuestro verdadero yo. Estas son tres características de las relaciones tóxicas: se autoperpetúan, no se pueden abandonar y son difíciles de reconocer.
Cuando estamos en una relación tóxica, no siempre podemos ver lo que realmente está sucediendo, e irse no siempre es fácil. Aunque somos conscientes de que alguien nos está trayendo dolor, podemos encontrarnos atraídos hacia ellos una y otra vez. Esto es lo que algunos teóricos llaman un vínculo traumático. La mayoría de las personas estarían de acuerdo en que cuando una relación es abusiva, debe terminarse lo antes posible. Pero las personas que han sido víctimas de abusos emocionales y/o físicos pueden sentirse un fuerte vínculo emocional por su agresor que les dificulta abandonar la relación. Este tipo de apego insano también es conocido vínculo traumático.
Los estudios de Duton y otros, nos explican como las personas que son víctimas de maltrato, en especial cuando este maltrato se repite y extiende por temporadas, como en el caso de las relaciones abusivas o el maltrato propinado por padres abusivos en la infancia con frecuencia provocan lo que se conoce como vinculo traumático. En estos casos la persona maltratada desarrolla un fuerte vínculo maladaptativo que dificulta a la víctima defenderse o salir de estas relaciónes toxica o de maltrato.
Forth et al. nos dice que el padecer algunos trastornos psicológicos puede potenciar negativamente la ocurrencia de toxicidad en las relaciones. Por ejemplo, la psicopatía tiene un amplio espectro de impactos emocionales, fisiológicos, conductuales, cognitivos e interpersonales que pueden lacerar las relaciones de parejas. Además, los métodos de afrontamiento parecen ser cruciales en la aparición y manejo de síntomas de angustia psicológica en las relaciones interpersonales. Los autores añaden que comprender los síntomas de salud física y mental que experimentan las parejas íntimas, así como los factores que influyen en la gravedad de esos síntomas (por ejemplo, la presencia de rasgos psicópatas, la capacidad de afrontamiento), permite el desarrollo de tratamientos de terapia psicológica enfocados y efectivos.
Las relaciones tóxicas son aquellas que causan daño a una o ambas partes involucradas. A menudo implican una combinación de abuso emocional, manipulación, violencia física y abandono. También pueden afectar tu salud, tu carrera, tus finanzas e incluso tu autoestima. Si estás luchando con una relación en la que te sientes abusada emocionalmente, tal vez quieras considerar irte. Es importante darse cuenta de que no importa cuánto te importe alguien, nunca es demasiado tarde para irse.
Cuando suceden pueden causar mucho sufrimiento y daño emocional. Una persona en una relación tóxica suele tener un intenso miedo al abandono, por lo que puede soportar cosas que le hacen sentir mal o inseguro. También pueden llegar a desarrollar una muy baja autoestima y una profunda necesidad de ser amados y aceptados por su agresor, lo que los lleva a permanecer en estas relaciones porque creen que es todo lo que tendrán, aunque sea doloroso.
Si estás en una relación tóxica, quizá haces mucho por la relación, pero nunca puedes tomar el crédito. Sientes que tu pareja necesita controlar cada pequeña cosa que haces y tienes miedo de tomar decisiones o correr riesgos. Quizá te está comparando con otras parejas que han estado con él antes. Trata de controlar tus gastos, su forma de vestir y tus relaciones. No te pide tu opinión sobre nada. Una relación tóxica es una relación basada en insultos, críticas, celos, sospechas y desconfianza. Las amistades suelen ser de muy corta duración debido a este tipo de relación.
también es posible que constantemente te sientas presionada para cumplir con las expectativas de tu pareja, aunque no coincidan con las tuyas, ni con tus necesidades o metas. Las relaciones tóxicas pueden causar estrés, ansiedad, depresión e incluso enfermedades físicas. También pueden dañar nuestra autoestima y confianza. Si estás luchando con una relación tóxica, es posible que te preguntes si vale la pena o no el esfuerzo de tratar de cambiar las cosas.
Ejemplos de relaciones tóxicas
Las relaciones tóxicas, como todas las relaciones, al igual que sus síntomas y señales, pueden ser difíciles de identificar. Algunas señales de que estás en una relación maladaptativa son la falta de voluntad para dejar a la persona a pesar de ser maltratada emocionalmente, o golpeada y una sensación de miedo. Si tu pareja te manipula constantemente a ti y a tus decisiones, si te hace sentir culpable por no estar de acuerdo con ella o si te menosprecia verbalmente con frecuencia, hay muchas posibilidades de que se trate de una relación tóxica.
A menudo, el maltratador dirá a su víctima que esto es algo normal en cualquier relación. La verdad es que incluso las relaciones sanas tienen conflictos y desacuerdos; sin embargo, hay formas razonables de resolver esos problemas. Cuando uno de los miembros de la relación se vuelve abusivo o tóxico para la otra persona una y otra vez, puede provocar graves problemas de salud mental, como depresión y trastornos de ansiedad. Las relaciones tóxicas hacen que perdamos nuestra autoestima y nuestro valor propio mientras seguimos en esa situación.
Las relaciones tóxicas pueden incluir las siguientes.
Relación de co-dependencia
Relación de llenado
Relación anclada en el pasado
Relación en la que la forma de comunicarse es pasivo-agresiva
Relación donde la mentira está presente de manera habitual
Relación basada en el miedo
Relación idealizada
Las relaciones toxicas pueden incluir entre otros:
Abuso físico: violencia doméstica
Abuso verbal: menosprecio, críticas, insultos.
Abuso emocional: gritar constantemente, humillar o rechazar a la otra persona, patron de celos y necesidad de control de la pareja.
Abuso sexual: obligar a alguien a participar en una actividad sexual no deseada.
La pregunta de qué causa una relación tóxica se ha estudiado durante largo tiempo y es el tema de muchos libros, artículos y blogs. Aunque no hay una respuesta completa a esta pregunta, a continuación, se exponen algunas de las razones por las que las personas permanecen en una relación tóxica:
Algunos estudios científicos proponen que el deseo excesivo o desequilibrado de afecto y validación, así como el trauma infantil y el abuso de sustancias, están inextricablemente relacionados.
La baja autoestima predispone a las personas a tener relaciones desequilibradas, lo que conduce a relaciones poco saludables.
Condicionar nuestro comportamiento para encajar en la idea de alguien más de quién debemos ser, nos hará incapaces de ser nosotros mismos. Por lo tanto, podríamos participar de relaciones donde nuestra forma de ser no será apreciada ni valorada.
Haber tenido experiencias anteriores que incluyan conductas tóxicas o relaciones disfuncionales, que nos hayan hecho creer que somos merecedores de ese trato.
Tener creencias o ideas irracionales sobre el amor y el afecto y sobre lo que debe ser una relación, nos puede llevar a ver como normal el maltrato.
La necesidad de recibir cariño para suplir carencias profundas.
El miedo a la soledad o al abandono, nos puede arrastrar a relaciones disfuncionales.
Creer que merecemos ser maltratados o agraviados.
Creer que podemos cambiar a la otra persona y hacerla mejor.
Falta de confianza en uno mismo.
Miedo al estigma asociado a la ruptura de la relación.
Abuso psicológico por parte de la pareja (por ejemplo, gaslighting).
¿Qué es el gaslighting?
El Gaslighting es una forma de abuso emocional en la que se manipula a la víctima para que dude de su propia percepción, juicio o memoria. Gaslighting puede ser el resultado de la intención de alguien de ganar poder, como en casos de violencia familiar y acoso laboral. El término se popularizó por la obra de teatro de 1938 "Gaslight" en la que un esposo trata de manipular a su esposa para que crea que se está volviendo loca al atenuar las luces de gas y Susan Forward trabajo el tema en su libro sobre abuso doméstico, publicado en 1974. Desde entonces, el término gaslighting se ha utilizado para describir tipos de manipulación psicológica, incluidas las que ocurren entre parejas románticas, amistades tóxicas, relaciones familiares maladaptativas y acoso laboral.
Algunos teóricos como Sweet, proponen que el gaslighting debe verse como una forma de manipulación que se basa en las desigualdades sociales, especialmente las de género, y que se lleva a cabo en relaciones disfuncionales interpersonales movidas por el poder. El gaslighting, argumentan los autores, ocurre cuando los maltratantes usan estereotipos de género, así como inequidades estructurales e institucionales contra las víctimas para manipular sus realidades. Los maltratantes explotan los estereotipos de género, las vulnerabilidades estructurales relacionadas con la raza, la nacionalidad y la sexualidad, y las injusticias institucionales contra las víctimas para destruir sus realidades. Estas estrategias están basadas en prejuicios de género ya que se sostienen en el vínculo entre feminidad e irracionalidad.
Es difícil desprenderse de alguien que nos ha hecho daño y ser objetivo sobre lo potencialmente destructiva que puede estar siendo la relación. Si sientes que tu pareja te está haciendo gaslighting, probablemente hay una forma extrema de negación de su parte, en la que el maltratador manipulará tu realidad para hacerte dudar de ti misma o simplemente ignorar tus sentimientos, pensamientos y necesidades.
Las personas que sostienen relaciones interpersonales tóxicas pueden experimentar constantemente sentimientos, pensamientos y emociones negativas. Puede ser difícil reconocer cuándo estamos en una relación tóxica porque puede adoptar muchas formas, desde el abuso emocional hasta el abuso físico. Las relaciones abusivas se caracterizan a menudo por una dinámica constante de empujar y tirar en la que un miembro de la pareja controla al otro a través de la culpa, la vergüenza, la ira o el miedo. Una persona que está en una relación tóxica o abusiva puede experimentar depresión, ansiedad, problemas de sueño y dificultad para concentrarse debido al estrés de la situación. Otros signos de una relación abusiva son:
*Ansiedad y depresión
*Aislamiento
*El desarrollo de una nueva o diferente personalidad tóxica
*Miedo a hablar con otros sobre la situación
*Imposibilidad de dejar la relación porque creen que su pareja los encontrará
Cómo sanar y romper un vínculo tóxico, porqué nos aferramos al sufrimiento.
El primer paso para romper el vínculo traumático es identificar, procesar y aceptar que la relación no es saludable, lo cual puede ser difícil cuando la otra persona es maltratarte contigo sólo algunas veces. Puede que sigas pasando mucho tiempo con ella y disfrutando cuando no es mala. Hay muchas razones para este apego, algunas personas maltratadas pueden llegar a pensar que es muy difícil encontrar una pareja que nos trate bien todo el tiempo. Si alguien nos maltrata sólo ocasionalmente, podemos llegar a pensar que va a cambiar o que acabaremos ganando su amor y afecto.
Otra razón frecuente para seguir con una pareja tóxica es el miedo a que, si la dejamos, las cosas empeoren. Puede que hayamos sufrido acoso o abusos en el pasado, por lo que nos preocupa lo que pueda pasar si volvemos a decir adiós. También es posible que creamos que esa persona es "la única" que nos aceptará y queramos aferrarnos a ella pase lo que pase porque no hay nadie mejor.
El siguiente paso es terminar la relación si no hay cambio o en casos de maltrato y sanar el abuso de la relación. Si una persona ha sido emocional o verbalmente abusiva, necesita procesar esos sentimientos de conexión perdidos con la ayuda psicólogo o de un profesional de la salud mental. Puede ser difícil averiguar qué parte de la relación era real y qué parte era falsa; puede que te hayas acercado a esa persona, pero no sabes qué parte era realmente tuya y qué parte de la relación y de ti era utilizada como saco de boxeo emocional.
Dado que un apego traumático es en ocasiones el resultado de las secuelas psicológicas de experimentar abuso o maltrato en la infancia o en el pasado, puede ser aún más retante escapar de una relación maladaptativa o destructiva. Las personas abusivas o maltratantes pueden decirnos que estamos imaginando cosas o que no están haciendo realmente lo que creemos. Con frecuencia afirmarán que han cambiado o incluso se disculparán por su comportamiento y pedirán otra oportunidad.
¿En qué se diferencia una relación tóxica de una relación sana?
Una relación sana se basa en la confianza mutua, el respeto y la amabilidad. No incluye prácticas maladaptativas como las de intimidar, criticar o jugar a juegos de poder o engaños. Una relación tóxica tiene algunas de estas cualidades, usualmente en dosis altas y frecuentes.
Una relación tóxica es también uno de los tipos más difíciles de dejar porque puede generar sentimientos de culpa y vergüenza en la víctima. Podemos sentir que somos los únicos que podríamos amar a esta persona, o que somos "responsables" de su felicidad, a pesar de todo lo que ha hecho para hacernos infelices.
Como hemos mencionado, dejar una relación tóxica no es tan fácil como podrían pensar personas que no lo están viviendo. Hay muchos obstáculos que pueden mantener a alguien en una relación abusiva o hiriente. A veces, las personas permanecen en sus relaciones tóxicas para evitar la vergüenza o porque creen que podrán cambiar la situación.
Es posible que enfrentes la preocupación por el potencial conflicto por la cuestión de los hijos si los tienes y las potenciales batallas por la custodia. Al terminar un matrimonio, es posible que una de las personas quiera llevarse a los niños de su hogar actual y vivir con ellos en otro lugar. Si este progenitor ha pasado años con un cónyuge maltratador, es posible que quiera quedarse para proteger a los niños de que se expongan a más malos tratos después de haberse ido.
Separarse de la pareja no garantiza la seguridad de todos los implicados. Después de pasar por ese doloroso proceso, algunas personas siguen siendo agredidas por sus antiguas parejas tras la separación, pero si existe maltrato separarse es un primer paso que nos encaminará en la dirección correcta hacia la sanación.
Cuando finalmente hayamos escapado de una relación tóxica, es posible que sigamos experimentando síntomas de trauma, como dificultad para dormir, pesadillas, depresión y ansiedad. Los efectos del trauma podrían en ocasiones resolverse por sí solos con el tiempo y el autocuidado, pero en mi experiencia clínica como psicólogo terapeuta con frecuencia puede ser necesaria la ayuda profesional. Superar un vínculo traumático puede llevar años porque no se trata sólo de cambiar nuestra opinión sobre la persona que nos ha maltratado; también se trata de curar las profundas heridas de nuestra psique que ha creado el maltrato a lo largo del tiempo.
Cómo salir de una relación tóxica
El primer paso para salir de una relación tóxica es reconocer la disfunción y aceptar que no cambiará a menos que nos alejemos de ella. El siguiente paso es hacer un plan de seguridad identificando los pasos para una huida de emergencia si es necesario.
Cuando estamos en una relación tóxica, podríamos sobrecargarnos en los aspectos positivos del comportamiento de nuestra pareja y pasar por alto los negativos. Esta es una razón frecuente por la que muchas personas victimas de una relación destructivas tienen problemas para terminar las relaciones tóxicas; se nos podría hacer muy difícil sentir que quizá hemos fracasado aun siendo victima de maltrato. Nos sentimos responsables en alguna medida y dudamos en creer que posiblemente nuestra pareja no es lo suficientemente buena para nosotros.
Apoyo, ayuda y terapia psicológica para el manejo de una relación tóxica
Existen recursos y apoyo para salir de una relación tóxica. Una forma es hablar con un terapeuta psicólogo. Los psicologos terapeutas especializados en este tipo de traumas pueden ofrecerte el asesoramiento y la terapia necesarios para sanar de esta experiencia y tomar una decisión sobre si continuar o no con la relación. Los Psicologos pueden ayudarte a identificar qué hace que tu pareja sea tóxica y apoyarte a aprender cómo ser más asertivo cuando se trata de tus necesidades.
También podría ser beneficioso hablar con amigos o familiares sobre lo que hace que tu pareja sea tóxica y formas de cuidar tu salud emocional e integridad en lo que logras separarte cuando lo decidas. La mayoría de las veces, la persona tóxica intenta controlar al otro miembro de la relación y trata de manipular su mente para que siga aferrándose a ella. Es importante contar con una estrategia para salir y estar preparados para enfrentar obstáculos que puedan surgir durante el proceso y mantener conciencia de que existen opciones y personas dispuestas a ayudarte.
Una persona puede romper el ciclo de vinculación traumática y las relaciones tóxicas siendo honesto consigo mismo y creando límites, desafortunadamente, esto es muy difícil de hacer solo. Un psicólogo o terapeuta informado sobre el trauma puede ser un recurso muy valioso. Liberarse del ciclo de las relaciones abusivas no es simple, pero es posible con ayuda de tu grupo de apoyo y los profesionales de la salud mental.
Referencias
Forth, A., Sezlik, S., Lee, S., Ritchie, M., Logan, J., & Ellingwood, H. (2021). Toxic Relationships: The Experiences and Effects of Psychopathy in Romantic Relationships. International Journal of Offender Therapy and Comparative Criminology, 0306624X2110491. https://doi.org/10.1177/0306624x211049187
Sweet, P. L. (2019). The Sociology of Gaslighting. American Sociological Review, 84(5), 851–875. https://doi.org/10.1177/0003122419874843
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