Trauma psicológico, qué es y cómo manejarlo y sanar.


 The trauma said, “Don’t write these poems.

Nobody wants to hear you cry about the grief inside your bones.”

My bones said, “Write the poems.”

-Andrea Gibson, The Madness Vase



¿Sufres síntomas o estados de ánimo que sospechas podrían estar relacionados a recuerdos traumáticos o una crisis o  evento traumático pasado? Experimentar trauma psicológico en gran medida es una experiencia de pérdida y duelo que impacta la calidad de vida de los sobrevivientes de situaciones traumáticas. Entre otras cosas, perdemos nuestro sentido de seguridad y estabilidad y nuestras creencias e identidad se ven trastocadas. Nuestro mundo completo cambia y ya no somos quien fuimos, pero contamos con la posibilidad de reconstruirnos y continuar con nuestras vidas.

El trauma es una experiencia más común de lo que muchos podrían pensar, afecta a un gran número de personas y puede ocurrir a cualquier edad. Según la American Psychiatric Association (APA), el trauma psicológico puede constituirse cuando alguien experimenta un accidente, violencia, acontecimiento aterrador o que provoca intenso dolor emocional que le deja psicológica y emocionalmente traumatizado. Los acontecimientos traumáticos pueden tener un impacto negativo poderoso en la vida de una persona. Pueden llegar a provocar diferentes problemas de salud mental, como ansiedad, adormecimiento o indiferencia emocional o depresión o Trastorno de Estrés Post Traumático (TEPT) entre otros tipos de trauma.

La mayoría de los traumas psicológicos o traumas emocionales se producen durante la infancia y con frecuencia se relacionan a alguna forma de maltrato emocional o físico, pero pueden ocurrir durante cualquier etapa de vida. Sin embargo, los traumas infantiles o traumas del desarrollo, son de especial importancia pues casi siempre son un factor clave en el desarrollo posterior emocional y psicológico de una persona. Autores como D’Andrea et al. (2012) argumentan como la victimización y maltrato en la infancia es frecuente y se ha relacionado con un gran sufrimiento psicológico y daño funcional a corto y largo plazo. La victimización interpersonal expone a los niños a una variedad de daños emocionales y enfermedades psiquiátricas. 

 El trauma afecta la forma en que pensamos sobre nosotros mismos y los demás, y cómo actuamos en las relaciones con otras personas. Además cambia la forma en que nos sentimos acerca de la vida y lo que esperamos de ella. Las personas que sufren trauma pueden tener dificultades para relacionarse con otros seres humanos, ya sea porque sienten miedo o vergüenza de lo sucedido, o simplemente no quieren estar cerca de ellos. Asimismo, es probable que la persona pierda el interés en todo lo referente a la vida exterior y se preocupe principalmente por las cosas que le hacen sentir mal. El abuso de sustancias es una de las secuelas comunes a las experiencias traumáticas y con frecuencia coexisten con otros trastornos que se desarrollan a raíz de la angustia y el estrés agudo y sostenido comúnmente experimentado por los sobrevivientes.

En esta entrada del blog, hablaremos de los tipos de acontecimientos que pueden causar traumas psicológicos, de los trastornos y síntomas relacionados, así como de los tipos de terapias disponibles, como lo son la terapia cognitiva y el EMDR que utiliza técnicas de movimiento ocular y estimulación bilateral para ayudar a los sobrevivientes de trauma a hacer frente a sus síntomas y problemas de salud mental. Finalmente, presentaremos algunas estrategias de afrontamiento y manejo de trauma psicológico que ofrece la práctica clínica y  podrían ayudarte a comenzar a sentirte mejor y apoyarte durante los procesos psicológicos y emocionales que podrías estar experimentando.

¿Qué es el trauma psicológico y cómo afecta a nuestras vidas?

Los eventos traumáticos se definen como "un evento o conjunto de eventos que causan miedo intenso, horror, dolor, pena, vergüenza o impotencia".  Estos acontecimientos pueden incluir eventos dolorosos o agresiones como la violencia física, abuso sexual y los desastres naturales. Los sucesos traumáticos pueden afectar a cualquier persona, pero suelen ser más comunes entre los niños y los adultos jóvenes.

Los sucesos traumáticos pueden causar problemas emocionales como ansiedad, depresión y TEPT. Sin embargo, el trauma es la suma del evento estresante y la experiencia subjetiva del individuo, de modo que dos personas podrían pasar la misma experiencia potencialmente traumática pero solo uno desarrollar trauma. Según un estudio de 2007 de la escuela de medicina de Harvard, se calcula que el 6.8 % de los estadounidenses padecen TEPT en algún momento de sus vidas y afecta significativamente más a las mujeres que a los hombres. 

Los estudios nos demuestran que aunque en términos evolutivos, la respuesta tradicional de lucha o huida a la amenaza percibida es un evento neurológico reflexivo con ventajas obvias de supervivencia, el trauma va más allá de estas respuestas adaptativas. Los sistemas neurofisiológicos que organizan la constelación de acciones de supervivencia reflexiva en respuesta a la amenaza percibida pueden desregularse en el proceso en circunstancias específicas. En personas que han sido "psicológicamente traumatizadas" y sufren un trastorno relacionado al trauma, la desregulación crónica de estos sistemas puede conducir a un deterioro funcional clínico como en el caso del Trastorno de Estres Post Traumático. Las anomalías neurobiológicas en pacientes con TEPT se han revelado en un corpus de evidencia acumulada durante varias décadas (Sherin, 2022). 

‌Es importante señalar que es posible recuperarse de los acontecimientos traumáticos con apoyo profesional. Sin embargo, los efectos en la salud emocional de sobrevivientes de eventos traumáticos pueden durar toda la vida.

¿Cuáles son las causas de los traumas psicológicos?

El trauma psicológico puede ocurrir a raíz de eventos traumáticos que pueden sucedernos a lo largo de nuestra vida, desde la infancia hasta la adultez. Pueden ser causados por catástrofes naturales o provocadas por violencia o maltrato. Por ejemplo, ser atacado violentamente, presenciar un asesinato o una violación, sufrir un accidente de auto o estar expuesto a una catástrofe natural.  No obstante, hay casos en los que la persona no fue expuesta a un acontecimiento en el que el sobreviviente temió perder su vida, pero sufrió trauma psicológico por otros motivos, como el maltrato emocional o el abandono, el maltrato de padres a hijos, y el acoso escolar o laboral.

El trauma puede ser causado por un solo evento o puede ser causado por una serie de eventos traumáticos. Los sentimientos y pensamientos y síntomas neurofisiológicos relacionados con el trauma suelen experimentarse inmediatamente después de un acontecimiento traumático pero los síntomas pueden permanecer latentes y manifestarse muchos años después del acontecimiento, en ocasiones durante toda una vida, el trauma se aloja y manifiesta en la mente pero también en el cuerpo.

La duración de los síntomas relacionados depende del tipo de trauma y de cómo el trauma se manifiesta en el individuo afectado, así como de sus capacidades para manejarlo y destrezas y estrategias de afrontamiento, entre otros factores.

Algunos de los acontecimientos potencialmente traumáticos más comunes son:

Trauma infantil: El trauma infantil afecta a casi todo el mundo. Puede incluir el abuso físico, la negligencia emocional, el abuso sexual, la separación de los padres y la intimidación.

Violencia de Género: La prevalencia de la violencia de género (VBG) es alta entre las mujeres en los Estados Unidos y en Puerto Rico. Incluye formas de abuso físico, sexual, emocional, económico y de otros tipos, perpetradas por hombres contra mujeres y puede provocar trauma, con frecuencia trauma complejo. 

Violencia Doméstica y trauma psicológico.  La violencia doméstica es un tipo de violencia potencialmente traumática que se manifiesta debido al hecho de que el otro, mediante amenazas, insultos o humillación, controla y restringe la libertad y atenta contra la dignidad y salud emocional de la víctima.

 Desastres naturales: Las catástrofes naturales como los huracanes, los tornados y las inundaciones son fuentes comunes de trauma psicológico.

Agresión sexual: La agresión sexual es una de las más nefastas fuentes de trauma psicológico.

Servicio militar: El servicio militar es una fuente común de trauma psicológico.

Guerra: La guerra es una de las más comunes fuentes de trauma psicológico que afectan a miles de soldados y civiles en EU y el resto del mundo.

A continuación, enumeramos una serie de ejemplos de eventos adicionales que pueden desencadenar traumas psicológicos:

Ser testigo de un accidente o acto de violencia grave

Ser testigo de una muerte

Tener un accidente

Ser agredido sexualmente

Ser víctima de acoso escolar

Experimentar un accidente de auto

Presenciar un suicidio

Una idea errónea muy común es que sólo los niños o jóvenes pueden sufrir un trauma. Cualquier persona puede sufrir un trauma psicológico, independientemente de su edad.

¿Cuáles son los síntomas del trauma psicológico?

Es normal experimentar una vasta gama de emociones y pensamientos después de sufrir un trauma psicológico. Algunas de estos síntomas y emociones pueden ser:

Revivir el evento traumático a través de recuerdos angustiosos, no deseados, pesadillas vívidas y/o flashbacks. Esto también puede incluir sentirse muy molesto o tener reacciones físicas intensas, como palpitaciones del corazón o no poder respirar cuando se le recuerda el evento traumático.

Evitar recuerdos del evento traumático, incluidas actividades, lugares, personas, pensamientos o sentimientos que traen recuerdos del trauma.

Pensamientos y sentimientos negativos como el miedo, la ira, la culpa o sentirse plano o insensible la mayor parte del tiempo. Una persona puede culparse a sí misma o a los demás por lo que sucedió durante o después del evento traumático, sentirse aislado de amigos y familiares o perder interés en las actividades cotidianas.

Sentirse ansioso o nervioso. Esto puede significar padecer insomnio o problemas para dormir o concentrarse, sentirse enojado o irritable, tomar riesgos, sobresaltarse fácilmente y/o estar constantemente atento al peligro.

No es inusual que las personas con trauma también experimenten otros problemas de salud mental, como depresión o ansiedad. Algunas personas pueden desarrollar el hábito de usar alcohol o drogas como una forma de sobrellevar la situación.

Las emociones frecuentemente asociadas incluyen además:

Coraje

Ansiedad

Culpa

 Depresión

Vergüenza

Miedo

Tristeza

Asco

Frustración

Vergüenza

Vergüenza

Incredulidad

Es importante ser consciente de estas emociones y pensamientos y sintomas asociados. Si experimentas alguna de estas emociones, podría ser necesario que busques ayuda profesional.

Hay varios tipos de terapias disponibles para el trauma psicológico. En breve veremos algunos de los tipos de terapia que pueden ayudarnos a lidiar con el trauma psicológico, la angustia y los síntomas y crisis asociadas.

Memoria y Trauma. ¿Cómo nos sentimos emocionalmente después de un evento traumático? 

La experiencia de un evento traumático puede dejar a una persona confundida, asustada e indefensa. Muchas veces, la persona puede no entender lo que ha sucedido o por qué ha sucedido. Puede que no sepa cómo reaccionar.

Los cambios inducidos por el trauma psicológico en el cerebro pueden causar una gran variedad de problemas mentales y de comportamiento. El trauma es un factor que puede contribuir a la ansiedad, la depresión y los trastornos de la personalidad. El trauma también puede contribuir a la capacidad de una persona para pensar y aprender, y puede provocar problemas de memoria y concentración.

El hipocampo, una parte del cerebro, es responsable de la memoria, las emociones y otras funciones cerebrales. Cuando una persona sufre un trauma psicológico, puede impactar la estructura del hipocampo, lo que puede provocar dificultades para aprender, recordar y manejar las emociones y pensamientos.

¿Cuánto tiempo tomará para que estos sentimientos y pensamientos relacionados al trauma desaparezcan?

Esta pregunta puede ser difícil de responder, ya que depende en gran medida del individuo, del tipo de trauma que experimentó y por cuánto tiempo fue expuesto a uno o varios eventos traumáticos. No obstante, en general, estos sentimientos y pensamientos pueden tardar un tiempo considerable en disiparse. Las personas afectadas pueden beneficiarse de la psicoterapia para superar estos sentimientos y comenzar a sanar. Además, las prácticas de cuidado personal, como el yoga o la meditación, pueden ayudar con el manejo del estrés experimentado por sobrevivientes de trauma. Es importante recordar que no existe una forma correcta de sanar y que lo que funciona para una persona puede no funcionar para otra. Sea paciente y permítase tiempo para procesar estas emociones de manera saludable.

¿Cómo se manifiesta el trauma psicológico en el cerebro? 

Se ha demostrado que los componentes neurobiológicos de respuesta al estrés, como la norepinefrina y el cortisol, están alterados tanto en las etapas agudas como crónicas de la respuesta al trauma tanto en animales como en humanos. Se cree que estas alteraciones intervienen en los procesos de formación y consolidación de la memoria durante eventos traumáticos. Las áreas del cerebro relacionadas con la memoria, como el hipocampo, la amígdala y la corteza prefrontal, podrían ser objeto de atención y tratamiento para aliviar la respuesta temprana al trauma (Douglas, 2008). En el caso de la amígdala, esta estructura cerebral juega un papel importante en las respuestas emocionales. Se ha descubierto que está activo durante los recuerdos emocionalmente evocadores, como los recuerdos agradables y desagradables y las imágenes, flashbacks y sensaciones asociadas. También se ha demostrado que la amígdala está involucrada en el condicionamiento del miedo. (Douglas, 2008). 

Tipos de trauma psicológico

Trastorno de estrés post traumático

El Trastorno de estrés post traumático es un trastorno mental caracterizado por la exposición prolongada a traumas extremos, la cual puede causar síntomas como el agravamiento de problemas ya existentes en el funcionamiento emocional, la sensación de inseguridad y el estrés. Estos síntomas pueden aumentar el riesgo de enfermedades mentales y de depresión. El PTSD puede ser debilitante y puede provocar una serie de problemas a largo plazo, que incluyen dificultades en las relaciones, el empleo e incluso en la vida diaria.

Muchos niños y adultos pueden desarrollar un TEPT por un acontecimiento traumático. Los sucesos traumáticos que pueden conducir al TEPT incluyen:

Ser atacado o herido

Ser amenazado de muerte o de lesión

Ser testigo o experimentar la violencia

Estar involucrado en un desastre natural

Tener un accidente grave

Tener una experiencia cercana a la muerte

Experimentar o ser testigo de violencia

Trauma psicológico complejo

Trauma psicológico complejo (TPC) o Trastorno de Estrés Postraumático Complejo TEPTC, es una condición que se lleva investigando más recientemente y aún se está trabajando e investigando su conceptualización diagnóstica. El TPC  se caracteriza por la aparición de síntomas relacionados con la exposición prolongada y repetida a experiencias traumáticas como puede ser el caso de la violencia doméstica. Es una condición crónica que se asocia con diversas patologías, incluyendo el Síndrome de Estocolmo, la Depresión, el Alcoholismo, y el Trastorno por estrés postraumático.

Trauma psicológico del desarrollo

Trauma psicológico del desarrollo, o TPD, es una condición que se caracteriza por la experiencia de traumas durante el desarrollo infantil.  Los traumas psicológicos del desarrollo afectan a todos los componentes de la vida y el desarrollo psicoemocional, incluso a los que son considerados responsables por la identificación y autoestima.

Trauma psicológico intergeneracional

Los estudios sugieren que las experiencias traumáticas pueden tener un impacto negativo tanto en el individuo que experimenta el trauma como en sus descendientes.

La persona que experimenta el trauma puede experimentar una variedad de síntomas negativos, incluidos sentimientos de ansiedad, depresión y trastorno de estrés postraumático. Además, los descendientes de personas que han experimentado un trauma también tienen un mayor riesgo de desarrollar estos mismos trastornos. Esto puede deberse al hecho de que las experiencias traumáticas pueden tener un componente genético y, como resultado, los descendientes de las personas que han experimentado un trauma tienen más probabilidades de heredar el rasgo.

Estudios como el de Flanagan et al. (2020) sugieren que la exposición de los padres al trauma en el pasado y las secuelas del trauma afectan indirectamente el bienestar del niño. El apego inseguro, los estilos de crianza maladaptativos, la ausencia o pobre disponibilidad emocional de los padres, el pobre funcionamiento familiar, la acumulación de factores estresantes familiares, los estilos de comunicación intrafamiliar disfuncionales y la gravedad de la sintomatología de los padres son todos mecanismos potencialmente relacionados a las experiencias traumáticas vividas por los padres en el pasado.

Todavía queda mucho por aprender sobre los efectos del trauma en las personas y sus descendientes, pero lo que se sabe hasta ahora sugiere que es importante tomar medidas para ayudar a quienes han experimentado un trauma, así como a sus descendientes.

¿Por qué utilizamos mecanismos de afrontamiento poco saludables?

Hay una serie de razones por las que podríamos optar por utilizar métodos poco saludables para manejar nuestro trauma como abuso de alcohol y sustancias, autosabotaje, relaciones toxicas, violencia, y problemas con la justicia. Para algunos, estos métodos pueden proporcionar una sensación de control que podríamos pensar que no podremos encontrar en otro lugar. Además, estos métodos pueden sentirse familiares y reconfortantes, incluso si no son ideales y aun siendo tóxicos o maladaptativos. Finalmente, estos métodos pueden ser los únicos que sabemos usar y están disponibles para nosotros.

Cuando se utilizan técnicas o estrategias de manejo que no son ideales, es importante ser consciente de los riesgos que plantean. Algunos de los riesgos más comunes incluyen el empeoramiento del trauma, el aumento de la insensibilidad y la evitación, el aumento de la ansiedad y la depresión y el aumento de las autolesiones. También es importante ser consciente del hecho de que cuando usamos métodos poco saludables, es más probable que mantengamos nuestro trauma oculto de nosotros mismos y de los demás. Esto puede conducir a más dificultades en el manejo de nuestro trauma e incluso puede crear un nuevo trauma o agravar el trauma presente. (Choi et al., 2015)

¿Qué especialista o profesional de la salud trata el trauma psicológico?

“Todo lo que es humano puede ser dicho, y todo lo que es apalabrado puede ser más manejable. Cuando podemos hablar de nuestros sentimientos, se vuelven menos abrumadores, menos molestos y menos aterradores. Las personas en las que confiamos esa charla importante pueden ayudarnos a saber que no estamos solos”. - Fred Rogers

Los especialistas que comúnmente tratan el trauma psicológico son los psicólogos, los trabajadores sociales clínicos y los psiquiatras.

Cada uno de estos profesionales tiene su propia experiencia y capacitación que los hacen especialmente aptos para tratar el trauma psicológico. Los psicólogos suelen estar capacitados para diagnosticar y tratar enfermedades mentales, mientras que los psiquiatras están capacitados para recetar medicamentos para problemas de salud mental. Los trabajadores sociales clínicos suelen estar capacitados para diagnosticar y brindar apoyo y asesoramiento a personas y familias que han sido afectadas por un trauma psicológico. Sus habilidades incluyen ayudar a las personas a recuperarse y lidiar con el dolor, así como ofrecer orientación sobre cómo afrontar la situación.

Tratamientos y abordaje terapéutico del trauma psicológico

¿Cuáles son los tratamientos para el trauma psicológico?

Hay varios tratamientos diferentes para el trauma psicológico. Estos tratamientos pueden incluir:

Psicoterapia

Hipnosis Clínica

Medicación

La terapia es una opción ideal de tratamiento para los traumas psicológicos. Puede ser útil hablar sobre el acontecimiento traumático que causó el problema en un espacio seguro, además de manejar y procesar el trauma utilizando las distintas herramientas que la terapia ofrece. También es beneficioso hablar de los sentimientos, y síntomas emocionales y físicos que estás experimentando.  Con frecuencia un proceso terapéutico puede ayudarle a superar el acontecimiento traumático que causó tu problema o a reducir notablemente la sintomatología asociada.

 Los tipos de terapias que pueden ayudar con el trauma psicológico incluyen la terapia cognitivo-conductual, la terapia narrativa y el EMDR entre otras. La terapia cognitivo-conductual informada sobre el trauma es un tipo de psicoterapia que se utiliza para ayudar a las personas a afrontar el estrés y el trauma. La terapia cognitivo-conductual informada sobre el trauma ayuda a evaluar y cambiar la forma en que una persona piensa sobre una situación estresante.

La terapia cognitivo-conductual se basa en la creencia de que los pensamientos y sentimientos de las personas afectan a sus acciones. Las personas pueden aprender a manejar su estrés y ansiedad cambiando sus pensamientos y comportamientos.

Durante la terapia cognitivo-conductual, el terapeuta y el cliente trabajan juntos para identificar las creencias que hacen que la persona se sienta estresada o ansiosa. A continuación, el cliente puede sustituir estos pensamientos negativos por otros más positivos.

Otras modalidades terapéuticas para el manejo de trauma incluyen:

La terapia de exposición prolongada para el tratamiento del trauma

Desensibilización y reprocesamiento por movimientos oculares (EMDR)

Atención plena o mindfulness informada sobre el trauma.

Terapia de aceptación y compromiso.

Terapias somáticas.

Las terapias expresivas.

Aunque estos son sólo algunos ejemplos de los tipos de terapias que pueden ayudar a las personas a afrontar el estrés y los traumas, es importante señalar que ninguna terapia funciona el 100% de las veces. Si usted o alguien que conoce está luchando contra el estrés o el trauma, busque ayuda profesional.

Estrategias de afrontamiento saludables para el manejo de trauma psicológico

Las estrategias de afrontamiento del trauma pueden ser una parte vital para ayudar a alguien a sanar de un trauma. Estas estrategias pueden ayudar a restaurar el equilibrio, regular las emociones y restaurar la sensación de control.

Cuando se trata de restablecer el equilibrio, es importante encontrar una sensación de control. Esto se puede lograr haciendo cosas que sean calmantes y relajantes, como pasar tiempo al aire libre o en la naturaleza, escuchar música relajante o leer un libro relajante. Además, es importante participar en actividades que sean agradables y estimulen la mente y el cuerpo, como el yoga, la pintura o el ejercicio.

Cuando se trata de regular las emociones, es importante evitar pensamientos intensos o prolongados sobre el trauma. En cambio, trata de concentrarte en recuerdos o pensamientos  que te hagan sentir en paz y redirigir la atención utilizando ejercicios de grounding y mindfulness, escritura y arte entre otros. También es útil cultivar y desarrollar relaciones saludables que puedan brindar apoyo y comprensión.

Por último, es importante buscar ayuda profesional a la vez que estableces las estrategias de afrontamiento del trauma.


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A continuación, te proveemos una lista de actividades y estrategias de afrontamiento que podrías explorar para apoyarte en tu proceso de sanación.

Mantente enfocado en tu proceso personal de sanación y crecimiento.

Sé paciente contigo mismo.

Date tiempo.

Protégete a ti mismo.

Encuentra tu espacio seguro.

Aprende tus desencadenantes(triggers) de estrés.

Autorregulación:  observa y maneja tus pensamientos y sentimientos.

Únete a un grupo de apoyo.

Participa en actividades positivas y relajantes.

Concéntrate en tu bienestar físico y emocional.

Recuperar el enfoque a través de la actividad física.

Celebrar tus fortalezas y logros.

Autorreflexión: Cuando estés listo, escucha tu historia personal, reflexiona y transformala.

Journaling: Lleva un diario.

Grounding.

Considera tener una mascota para acompañarte en tu proceso y manejo de trauma.

Meditación de atención plena.

Técnicas de respiración para reducción del estrés.

Relajación muscular progresiva.

Cultivar relaciones seguras.

Terapia de arte informada en trauma.

Poesía y escritura expresiva.

¿Cuándo buscar ayuda profesional?

Si está luchando con las consecuencias de una experiencia traumática, existen estrategias saludables que puede utilizar para manejar la situación. Una de las cosas más importantes que hacer es buscar ayuda profesional. Un terapeuta puede ayudarlo a procesar el trauma y aprender mecanismos de afrontamiento. 

Al buscar ayuda para el manejo de problemas psicosociales relacionados con el trauma, es importante encontrar un terapeuta que tenga experiencia en trabajar con este tipo de clientes. También es importante encontrar un terapeuta que se sienta cómodo manejando los síntomas y problemas relacionados con el trauma. Esto significa que el terapeuta debe estar dispuesto a discutir el incidente traumático y debe poder brindar apoyo y orientación durante el proceso de sanación.

También es importante que el terapeuta tenga una base sólida en Terapia informadas en Trauma y comprenda bien los conceptos relacionados con el trauma, como la negación, el adormecimiento y el aislamiento. Para ayudar mejor al cliente a manejar su trauma, el terapeuta también debe poder brindar apoyo durante los episodios de recaída de trastornos relacionados al trauma como el trastorno de estrés postraumático (TEPT).



Referencias:

Douglas, J. (2022). Effects of Traumatic Stress on Brain Structure and Function: Relevance to Early Responses to Trauma. Journal of Trauma & Dissociation. https://www.tandfonline.com/doi/abs/10.1300/J229v06n02_06

D'Andrea, W., Ford, J., Stolbach, B., Spinazzola, J., & van der Kolk, B. A. (2012). Understanding interpersonal trauma in children: why we need a developmentally appropriate trauma diagnosis. American Journal of Orthopsychiatry, 82(2), 187.

Harvard Medical School, 2007. National Comorbidity Survey (NCS). (2017, August 21). Retrieved from https://www.hcp.med.harvard.edu/ncs/index.php. Data Table 2: 12-month prevalence DSM-IV/WMH-CIDI disorders by sex and cohort.

Post-Traumatic Stress Disorder (PTSD). (2017). National Institute of Mental Health (NIMH). https://www.nimh.nih.gov/health/statistics/post-traumatic-stress-disorder-ptsd

Flanagan, N., Travers, A., Vallières, F., Hansen, M., Halpin, R., Sheaf, G., Rottmann, N., & Johnsen, A. T. (2020). Crossing borders: a systematic review identifying potential mechanisms of intergenerational trauma transmission in asylum-seeking and refugee families. European Journal of Psychotraumatology, 11(1), 1790283. https://doi.org/10.1080/20008198.2020.1790283

Sherin (2022). Post-traumatic stress disorder: the neurobiological impact of psychological trauma. Dialogues in Clinical Neuroscience. https://www.tandfonline.com/doi/full/10.31887/DCNS.2011.13.2/jsherin

Choi, K. W., Sikkema, K. J., Velloza, J., Marais, A., Jose, C., Stein, D. J., Watt, M. H., & Joska, J. A. (2015). Maladaptive coping mediates the influence of childhood trauma on depression and PTSD among pregnant women in South Africa. Archives of Women’s Mental Health18(5), 731–738. https://doi.org/10.1007/s00737-015-0501-8

 

 

 

 

 



 

 

 

 





 


 

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